Han pasado ya varios días desde que se produjera el cambio de año y este hombre sigue abandonado a su suerte en mitad del desierto. Una duda le asalta y no le deja pensar con claridad: «A pesar de que hayan pasado ya varias jornadas, ¿podré seguir felicitando la entrada de año sin que me consideren un capullo?¿En qué día del calendario se sitúa la delgada línea que separa la buena educación de la idiotez más atronadora?»
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