Este hombre se está preguntando para qué demonios ponen esos pulsadores para peatones en los semáforos si nunca funcionan. Está recordando con gran desagrado aquella vez que se electrocutó cuando pulsó uno en Madrid.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
This entry was posted on junio 2, 2009 at 9:53 pm and is filed under Reflexiones en el desierto. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can leave a response, or trackback from your own site.
Deja una respuesta