Nuestro anacoreta ha tenido otra gran revelación:
Dios es ateo. O sea, que no cree en sí mismo. Esta falta de autoestima le está haciendo polvo. No atiende con diligencia las oraciones de sus fieles y sus apariciones son cada vez menos frecuentes por temor a hacer el ridículo. Por recomendación del Espíritu Santo se ha decidido a buscar un psicológo, preferiblemente de la Gestalt (es que no es muy amigo del psicoanálisis).
julio 11, 2010 a las 9:46 am |
Chato!!! te escribo aqui por razones obvias!!!!! Que talentooooooooooooo (pero se dice gestalt eh???)
julio 11, 2010 a las 5:27 pm |
Ay!!!! Qué vergüenzaaaaa!!! Que sí, que sí, que se dice y se escribe Gestalt. Debía estar pensando en el infierno cuando lo puse… ayayayayay que vergüenzaaaaaa!!!
Gracias Rose y muchos Besos